UNA LÁGRIMA
Perfecto y grato sentir sin pena
Las caricias mágicas de un benévolo llanto
Exacto y luminoso de contemplado entorno sacro
Que despierta la frívola desolación humana.
Poderoso desarraigo del ingrato orgullo
Cubre los mantos del falaz desamor
Y entre tiempo y tiempo accede a una flor
Que no atiende ni las peligrosas espinas de un cardillo.
Capaz de borrar el hastío de la sinceridad
Y doblegar hasta los tuétanos de un ser
Que se deleita con la claridad de un anochecer
Y cree entender la utopía con claridad.
Incomprensible incongruencia al preferirla en lugar de risa
Justifican la ilógica obra del poder divino
Que tolera el escalofrío de lo tierno
Y logra en afán una caricia cariñosa.
Nace en los actos y muere en el alma
Juega cautelosa rosando una mejilla
Y hace el amor más grande que la distancia entre el cielo y una
estrella
Acariciando lo sensible y siendo tan solo “una lagrima”.