miércoles, 29 de febrero de 2012

LA PSEUDO-DEMOCRACIA EN COLOMBIA

Recordando la palabras del ex magistrado de la corte constitucional Carlos Gaviria Díaz cuando afirmaba que en Colombia no existía democracia sino únicamente una pseudo – democracia, decidí escribir una pequeña tesis acerca de esta afirmación ya que en palabras del ex magistrado era más peligroso una pseudo- democracia que una dictadura, mientras citaba la siguiente frase “En Colombia las personas se mofan de ser libres y vivir en un país democrático mas sin embargo no tienen donde vivir”.

Dadas las divididas opiniones de si existe o no, es complicado hablar de la “democracia colombiana”, ya que en mi concepto es un término utilizado a conveniencia y para legitimar los abusos de poder por parte del Estado y para maquillar las políticas que con distinto nombre sonarían tenebrosas, claro ejemplo “seguridad democrática”, si no se utilizara a la democracia como cortina de humo ¿como deberían llamarle? “política de guerra incesante” o “Legitimación de la fuerza desmedida por parte de la fuerza publica” o “política de guerra interna”, en fin no quiero ahondar mucho el tema de las políticas de Uribe porque el articulo perdería su rumbo y mi objetivo no es atraer enemigos del mismo calibre que el ex presidente, en sencillos terminos porque me da miedo que me tilden de terrorista. 

El preámbulo de la constitución promulga que Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de republica unitaria, democrática, participativa y pluralista. En términos generales “maravillosa” aunque sin duda alguna el papel todo lo resiste, pero si buscamos objetividad y claridad ante la realidad, ¿Colombia de verdad es una democracia? A grandes rasgos lo es, nadie discute que se practica una democracia representativa y que unos gobernantes elegidos por el “pueblo” ejercen las funciones que él mismo le determina; en teoría claro está, ya que se habla de parapolítica, de farc política en fin. En mi concepto Colombia es un Estado distinto, acá nada es imposible.

Volvamos al gran interrogante y hablemos de los valores de la democracia igualdad, libertad, pluralismo, tolerancia. Es complicado y duro aceptarlo pero personalmente al hacer una analogía de estos valores con Colombia, parece ser que unos pocos los tienen y los respetan, pero en términos generales pienso que en el país, hay igualdad entre pocos, en ese caso seriamos iguales entre desiguales, iguales entre empresarios, políticos y extranjeros pero desiguales entre campesinos y trabajadores, porque asi duela el pais lo gobiernan pocos y son iguales entre ellos. ¿Libres? Sí, se puede escoger la profesión, que estudiar, que deporte practicar, como expresarnos, donde viajar, ahora que se puede viajar gracias al ex presidente, pero ¿el Estado garantiza en realidad esta libertad?, brinda educación gratuita, vivienda, trabajo con un mínimo vital,  siendo así para qué es lo que somos libres. 

En cuanto al pluralismo es un poco más llevadero, en Colombia se dan distintas formas de pensar, hay diversidad, distintas ideologías políticas que son por lo menos de fachada protegidas y no como antes calladas con sangre, digamos que es un punto a favor de la democracia. Pero si de tolerancia se trata la cosa se complica pero ese tema lo dejo a reflexión personal de cada uno de ustedes.

En cuanto a los limites se refiere, Colombia ha tocado estos en gran manera, dado que en cuanto al límite temporal de una democracia Uribe intento cambiar los periodos establecidos para que una persona ejerza la presidencia y creo la reelección presidencial por 1 periodo más, sin contar que quiso ampliarlo a 2, violando la democracia al utilizar por medio de sus simpatizantes la iniciativa de un referéndum que estaba más viciado que el congreso parapolítico que formaba su coalición. 

No quiero que malinterpreten mi intensión con este escrito, Colombia en teoría es una democracia, cumple con los requisitos mínimos para serlo, la constitución habla de límites del poder, tiene los elementos que impulsan una democracia como la revocatoria del mandato, la iniciativa en la formación de leyes. Pero si aterrizamos toda esta parafernalia a la realidad del país, ¿los colombianos de verdad eligen a los representantes que quieren? ¿Es libertad ser informados del manejo del gobierno por medios de comunicación al servicio del mismo? ¿Es libertad votar por  candidatos que lo único que ofrecen es guerra, con la idea de que no hay otra opción?, Así la pobreza carcoma al país.

Si dejamos de vivir en el pasado, que a muchos no les disgusta, porque la pseudo- democracia que ofreció el ex presidente todavía les complace, estudiemos el presente ahora con la “prosperidad democrática”. Santos con su política neoliberalista en realidad, no creo que busque mantener la democracia que por lo menos creíamos haber ganado. En un Estado democrático no es posible que suceda lo que sucedió en las veredas Domingo Arias de Paicol  y Honda de Gigante en el Huila, en donde la fuerza pública violentamente desalojo a pescadores, mineros y campesinos, para imponer el proyecto impulsado por la transnacional EMGESA que busca construir su hidroeléctrica ¿acaso el gobierno no es el pueblo?. Y si lo tomáramos desde otro punto de vista, el del beneficio de las mayorías, ¿en realidad las mayorías nos beneficiamos con la empresa privada al servicio de los que ostentan el poder en Colombia?

Es difícil defender una democracia en la cual ya no se tiene claridad sobre quien gobierna, en Colombia nadie sabe quien pone los políticos ni cuando los quita, pero el pueblo no los elige, o si lo hace lo hace mal, influenciada por la mala prensa que vende lo malo por bueno y lo pésimo por excelente. La invitación es a reflexionar si estamos viviendo en un Estado social y democrático de derecho, defendiendo lo que se ha logrado porque no todo es malo y luchando contra lo que  está mal, siendo simpatizantes de quien fuere pero siendo objetivos en lo que nos corresponde.

Luis Gabriel Rodriguez de la Rosa
Estudiante de derecho
Universidad San Buenaventura de Cali
   

martes, 21 de febrero de 2012

Las injusticias que la población Colombiana 
tiene que soportar en silencio!!! 

Un escritor ante todo debe guardar objetividad en sus textos y encaminarlos hacia salidas coherentes con objetos lícitos y una visión promisoria. Pero existen casos en que la sangre hierve ante las injusticias y la impotencia al no poder cambiar los hechos macabros de otros, ciegan la objetividad, aunque intentaremos mantenerla. 

Es inútil intentar cambiar el país rápidamente, pero soy el principal defensor de que sí hay salidas para trabajar en ese cambio, una de ellas es difundir información acerca de las malas actuaciones de las instituciones publicas, esta vez "la fuerza publica", a quien lastimosamente parece gustarle ser el tema de critica en el diario vivir de los colombianos. 

Comparto este video con el fin de despertar en ustedes un sentimiento de reflexión, no instándolos a la violencia ni a la ira, ya que, aquellas personas que alguna vez las sintieron terminaron haciendo en este país, un problema mas, así hayan incrédulos o insensatos que cinicamente los apoyen. Con ganas de hacer las cosas y con ese espíritu de cambio este país lo transformaremos.



Solidaridad con los campesinos de las veredas Domingo, Arias de Paicol y Honda de gigante. 
Que decepción al ver como sufre mi país!!!